domingo, agosto 23, 2015

Lapidar al Islam y apedrear nuestro propio tejado

Se ha puesto muy de moda últimamente entre la supuesta intelectualidad laica y católica de este Occidente Atlántico nuestro una frase: "El Islam es incompatible con los Derechos Humanos". Por una vez están de acuerdo en algo. Y se quedan tan campantes. No sé si lo que esperan es que con esa afirmación se prohíba a los seres humanos seguir las suras de Mahoma y así se solucione el problema del yihadismo. Pero para mi se quedan cortos.
Aplicando sus argumentos y la falsa exégesis que hacen de El Corán yo podría decir que toda religión -sobre todo las tres monoteístas bíblicas- es incompatible con los Derechos Humanos. Eso duele , ¿no? 
Tranquilos, tranquilos, seguid leyendo. 
Decir que el judaísmo es compatible con los derechos humanos es simplemente no haberse leído el libro de los Números ni el Levítico. Se imponen castigos sangrientos, desde la lapidación hasta la amputación ritual, por adulterio, incesto y "crímenes" mucho más execrables como plantar distintos cultivos en la misma tierra, tocar piel de cerdo con las manos, mezclar tejidos en una sola prenda de vestir o trabajar en sábado. Acepta y potencia la esclavitud, castiga la homosexualidad y llama a tomar las armas para vengar con sangre las ofensas a Yahve. No parece demasiado compatible con los Derechos Humanos tal y como los conocemos.
Afirmar que el cristianismo es compatible con los Derechos Humanos es ignorar el versículo en el que Jesús de Nazaret afirma "no niego las antiguas leyes pues son de Dios" -o sea, acepta el Levítico, el catálogo de lindezas al que me refiero en el párrafo anterior-. Además de pasar por alto el "No he venido a traer la paz sino la espada", "El que no está conmigo está contra mi" y la carta de San Pablo a Timoteo en la que afirma que “Todos los que estén bajo el yugo de la esclavitud consideren a sus dueños como dignos de todo respeto, para que no se blasfeme del nombre de Dios y de la doctrina” o la Epístola a los Corintios en la que hace una pormenorizada descripción de como debe ser la vestimenta femenina para concluir con un tajante "la mujer ha de ir velada. Y si no se vela que se rape". Tampoco parece que los Derechos Humanos sean muy compatibles con todo ello.
Vamos, todo muy parecido al Islam. Al fin y al cabo ¿de donde creemos que sacó el bueno de Mahoma sus ideas?, ¿olvidamos que el islam es una pretendida evolución del cristianismo como el cristianismo lo es del judaísmo? 
Hay que refrescar un poco las clases de religión, que al Estado español le cuestan una pasta.
En este momento es cuando los falsos laicistas que confunden las cosas empezarían a gritar contra las religiones y pedir su prohibición cometiendo un error del tamaño de un continente pequeño porque todo lo que he escrito hasta ahora nada tiene que ver con las religiones a las que me refiero. Tiene que ver con otra cosa.
Las insufribles normas del Levítico, el exterminio de Filisteos, Nabateos y hurritas, la discriminación sistemática de los samaritanos o las guerras de religión iniciadas por el reino de Judá contra el mítico reino de Saba y su reina nada tienen que ver con la religión judía por mucho que se gritara Yahve Sebaot en las cargas de infanteria o se hicieran las purgas en nombre de Adonai.
Del mismo modo que la quema de la biblioteca de Alejandría, las cruzadas, El Alto Tribunal del Santo Oficio, la caza de brujas, las expulsiones de judíos y moriscos, las persecuciones y guerras contra los protestantes que asolaron Europa o los autos de fe y juicios de herejía contra científicos, filósofos y pensadores nada tienen que ver con el cristianismo aunque se gritara ¡Dios lo quiere! o Pro Chistro mientras se llevaban a cabo esas barbaries por los milites Christi.
Tiene que ver con la concepción primitiva del mundo y de la sociedad, con la visión medievalista del poder, la divinidad y el gobierno.Tiene que ver con el estadio evolutivo en el que se encuentran las gentes que las ponen o pusieron en práctica.
Y decir lo contrario es comparar a Salomón con Isaac Rabin, a Gregorio VII con el Papa Francisco y a Saladino con Osama bin Laden.
Así que, en realidad, lo que es incompatible con los Derechos Humanos es la teocracia que impone a sangre y fuego al pie de la letra unos preceptos surgidos hace dos mil años o más en sociedades como mucho medievales, sino paleolíticas, en las que el concepto de Derechos Humanos no existía.
Y la solución no es decir nada sobre la religión, sino contribuir a sacar a toda una zona del mundo de ese medievalismo para que su concepto de religión evolucione como lo ha hecho el nuestro. Todos sabemos cómo hacerlo la única pregunta es si nos conviene hacerlo por otros motivos que también todos tenemos en mente.
Porque decir lo contrario es decir que cristianismo, judaísmo y cualquier ideología está en contra de los Derechos humanos. Que aparte de las cruzadas y los autos de fe también existieron los gulags, no lo olvidemos.

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