sábado, junio 20, 2015

Y vendrán a decirnos no sois nada.


No somos nada.
Nos hemos hecho nada a fuerza de quererlo ser todo. A fuerza de fingir que ignoramos que lo que da valor a todas y cada una de las cosas que pensamos que nos son necesarias es la muerte de otros, es la vida, en precario y penosa, de otras gentes.
De otros cuyos nombres ignoramos, cuyos dolores provocamos y no vemos, cuyas humillaciones auspiciamos, cuyas muertes matamos y olvidamos.
Nos hemos hecho nada a fuerza de mirar atrás y hacia adelante y no querer ni saber ver a nadie.
Otros vendrán a hacernos lo que hicimos. A devolvernos cada vida dañada, cada gota de sangre, cada muerte olvidada.
Otros vendrán con tal indiferencia por lo nuestro, con tal desprecio por aquello que creímos perfecto, con tal rabia por lo que les quitamos, que nos recordarán nuestro pasado, cómo fuimos nosotros, cómo seguimos siendo, cómo hacemos del mundo nuestro patio trasero, cómo hacemos de otros atrezo en nuestras vidas.
No somos nadie
No somos nadie porque nos empeñamos tan solo en ser nosotros por encima de todos y de todo. A fuerza de mirar nuestros ombligos, de ocultar de la vista el horizonte, de no ver más allá de la puerta de casa, de la falsa convención fronteriza de todas nuestras tierras.
Más allá de todos nuestros propios excesos, de cada una de nuestras necedades, de todos nuestros vicios y prejuicios, de todas nuestras fingidas reglas de falso compromiso.
Y vendrán desde lejos a decirnos no sois nada ni nadie. Vuestra vida y vuestra muerte ya no importan, perdisteis el futuro por querer ignorarlo, matasteis el pasado por querer controlarlo.
Nos dirán no vamos a olvidarlo  Vosotros habéis forjado nuestra historia, habéis podido crecer con nuestra hambre, ¿por que tendríamos que olvidar cómo nos han matado y nos han hecho morir? No es el paso del tiempo lo que os salva, no se puede olvidar lo que te hacen cuando te lo siguen haciendo cada día de mil formas distintas.
Y nos dirán, vivid con los despojos de la vida o morid alejados de nosotros. No os atreváis a hablarnos de justicia, no oséis jamás poner en vuestros labios palabras que hablen de paz o de derechos.
No digáis que no podéis vivir así, sin ser nada ni nadie, sin que a nadie le importe que viváis o muráis, sin que el mundo jamás os tenga en cuenta. No intentéis ni siquiera decirnos que existir de ese modo es imposible, que no se puede hacer.
Nosotros, durante todo el tiempo que creísteis ser alguien, que creísteis ser todo, lo hemos hecho. Hemos nacido, vivido y muerto de esa forma.
Y vendrán a decirnos: No sois nada ni nadie. Vuestras vidas nada importan, vuestras muertes no le importan a nadie.
Y vendrán a matarnos o dejarnos morir.
(Ojo, también estoy hablando de política)


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