viernes, diciembre 12, 2014

Ley de Seguridad: la obligación ciudadana de confiar

Desde hoy -bueno desde que se publique en el BOE-, alterar el orden -uno de esos conceptos que nunca se especifican y siempre se dejan a criterio de los agentes del idem- en una manifestación ante el Congreso o el Senado tendrá el mismo castigo administrativo que solicitar los servicios de una prostituta. Es obvio que aquellos que han redactado la ley no quieren entender que es precisamente ante esos órganos ante los que tiene más sentido manifestarse.
Considerar una manifestación per se -como se ha dicho por el ministro que defendió la ley en el Congreso- un acto que "va contra la voluntad popular expresada en las urnas", es dejarnos hablar cada cuatro años y obligarnos a callar el resto del tiempo, haga ese gobierno lo que haga con el poder que le otorgaron nuestros sufragios.
¿En qué beneficia eso a la ciudadanía?, en nada; ¿en que beneficia a los que ejercen el poder político?, en todo porque les concede una impunidad absoluta y la discrecional de penalizar las protestas simplemente no autorizándolas.
Pero lo que realmente abre las carnes es un artículo en concreto:
Las denuncias, atestados o actas formulados por los agentes de la autoridad en ejercicio de sus funciones que hubiesen presenciado los hechos, previa ratificación en el caso de haber sido negados por los denunciados, constituirán base suficiente para adoptar la resolución que proceda, salvo prueba en contrario y sin perjuicio de que aquellos deban aportar al expediente todos los elementos probatorios disponibles”.
Adiós a la presunción de inocencia, Adiós al Habeas Corpus, Adiós al sentido de la justicia ciega y sin prejuicios, Adiós, en definitiva, al Estado de Derecho.
Da igual que Policía, Guardia, Civil, Mossos d´squadra o Ertzaina fueran ángeles custodios descendidos directamente desde los cielos con la única misión de protegernos: quien acusa a alguien de algo tiene que probarlo. Esto no es Camelot donde la palabra de un caballero de la Tabla Redonda no puede ser cuestionada. 
Esto es un Estado Social y de Derecho del siglo XXI con una Constitución que lo afirma. ¡Que parece que solo tenemos en mente la Carta Magna por encima de todo cuando nos viene bien!
Para aquellos que todavía defienden la bondad de esta ley porque "la calle limpia de radicales, antisistema y perroflautas" una pregunta casi retórica:
¿Que pasaría si mañana gobierna otro partido que vea el mundo de forma radicalmente distinta a la vuestra y por ejemplo os expropiaran vuestros bienes inmuebles, quisieras protestar contra ello y se usara esta ley para criminalizaros y multaros por ello? 
Y para aquellos que por ideología, tradición o cercanía personal piensan que las Fuerzas del Orden deben tener ese poder para garantizar la seguridad otra preguntita:
¿Que pasaría si un policía -solo uno- usara el poder casi omnímodo que le concede esa ley para haceros la vida imposible a base de multas administrativas porque le habéis porque le habéis "robado la novia", porque no os habéis querido acostar con él, porque simplemente le habéis mirado de través?
En cualquiera de los dos casos ¿os sentirías más seguros?, ¿pensarías que es una buena ley?, ¿consideraríais eso Seguridad Ciudadana o abuso de poder e indefensión?
A mi me parece que si una ley deja un resquicio a que esas situaciones queden sin castigo es una mala ley, aunque parezca beneficiarnos de momento.
Quizás sería conveniente que respondierais a esas preguntas, si no por sentido general de la justicia, por propio sentido de seguridad personal.

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