lunes, diciembre 30, 2013

Wert, Heráclito y la mentira de la equidad según Pisa

Dijo Heráclito: "La mentira más cruel es aquella que se construye sobre la mitad más dolorosa de la verdad".
Es posible que el ínclito ministro Wert y todos los que le escoltan en su guardia pretoriana en el arduo y continuado esfuerzo de desmontar piedra a piedra, aula a aula y docente a docente la enseñanza pública hayan leído a Heráclito y hayan decidido aplicar esa máxima. Aunque es más probable que hayan dado con la clave del maestro clásico por pura casualidad.
Pero lo cierto es que para justificar su desmantelamiento de la enseñanza pública han tirado de la mentira más cruel que podían haber encontrado: Han echado mano del informe Pisa.
Esas páginas que se han convertido en el nuevo evangelio arcano anual de la educación europea no nos dejan en muy buen lugar. 
Nuestra ortografía es un océano tempestuoso en el que se estrellan una y otra vez las naves de los profesores de lengua incapaces de atravesar entre los Escila y Caribdis de los apocopes tuiteros y las expresiones de Whatsapp. Nuestras operaciones matemáticas son lentas y erróneas. Nos salvamos por los pelos en las pocas materias que nos salvamos y en el resto nos encontramos a la cola de los países de la OCDE.
Y Wert, Catalá, Figar y todos los avatares de la nueva educación para el beneficio empresarial que pretende implantar el Partido Popular han cogido esa parte cruel - y necesaria- de la verdad para construir una mentira que suene plausible, que haga parecer que lo que hacen es necesario. De hecho, que es imprescindible.
Ellos y sus medios afines han tremolado esos datos y los han expuesto hasta la saciedad, hasta el hartazgo. Han buscado ejemplos de colegios concertados que superan el informe para defender su modelo de concertación en contra de la educación pública; han tirado de datos en matemáticas y Lengua para defender sus revalidas o la eliminación de asignaturas "superfluas" como la innecesaria Filosofía...
Pero al construir su mentira con la parte cruel de la verdad han ocultado la otra mitad de la verdad del Informe Pisa, la que sirve para explicar muchas cosas, la que es necesaria para comprender en toda su extensión lo que ocurre en nuestra educación pública. La que es imprescindible para enfrentarse a los que el Partido Popular está haciendo con la educación.
Han ocultado esto.


Para los que no están acostumbrados a las gráficas y demás zarandajas que utilizan los informes les resumo: Wert y su corte han ocultado el hecho de que el sistema educativo español es el 2º mejor del mundo, que garantiza la equidad, solo por detrás de Finlandia. 
Voy a repetirlo por si no estaban sentados cuando lo han leído El sistema educativo español es el 2º mejor del mundo, que garantiza la equidad, solo por detrás de Finlandia. 
Vaya hombre, no es como ganar el Mundial pero es casi como llegar a la final. Marca España. 
Pero ¿por qué un gobierno que supuestamente está comprometido con la mejora educativa omite ese dato?, ¿por que una Administración que se llena la boca de decir que quiere mejorar y modernizar la educación pública genera una mentira por omisión basada en la verdad cruel de los aspectos más crudos y negativos del informe Pisa?
No es difícil de contestar. Para empezar porque en realidad no están comprometidos con la mejora educativa, están empeñados en su cambio y regresión para utilizarla como herramienta de mantenimiento de una sociedad en la que la mayoría de la población viva con la educación mínima necesaria para trabajar sin protestar ocho horas al día por 700 euros al mes.
Y la segunda mucho más maquiavélica, porque si muestran esos datos alguien puede darse cuenta de que esa posición de privilegio en la tabla de educación equitativa se ha ganado con todo aquello que ellos nos quieren recortar y quitar.
El sistema educativo español, sus inspectores, sus docentes, sus equipos directivos, han conseguido que las diferencias sociales, de origen, de condición económica se minimicen a la hora de los resultados académicos, que se limite al máximo su impacto sobre el rendimiento escolar -que eso es lo que significa la equidad educativa- utilizando las herramientas que ellos ahora les quieren quitar.
Ese puesto en el podio de la equidad educativa, que supone que "hemos sido el segundo país que mejor ha progresado en las últimas décadas, logrando mejores índices educativos que Finlandia, Suecia, Francia, Alemania y todos los demás, solo por detrás de Corea del Sur", se ha logrado con inversiones en la escuela pública.
Se ha  logrado con ratios ajustados de alumnos por aula, con desdobles para los alumnos con dificultades, con aulas de inmersión para los inmigrantes o los alumnos que tienen dificultades con el español.
Se ha obtenido con psicólogos en los colegios, con profesores de refuerzo, con inspecciones rigurosas, con programas de adaptación curricular.
Se ha logrado con becas de comedor y transporte, con ayudas para libros, con becas salario, con becas de movilidad para los que tienen que estudiar fuera de su ciudad.
En definitiva, es posible gracias a todo lo que ellos, desde su visión mercantilista de la educación, han recortado o han eliminado directamente. Con todo lo que le están quitando a la educación pública para dárselo a aquellos que tienen como primer fin evangelizar antes de educar.
Toda esa equidad es posible porque no se expulsa del sistema educativo a las primeras de cambio con una revalidad a los que tienen dificultades debido a su condición familiar o económica, a los que son incapaces de concentrarse porque llegan con problemas de aprendizaje, a los que fallan un examen porque sus dificultades con el idioma en un país nuevo, con unas costumbres nuevas, les impiden la correcta comprensión de los que se les está enseñando.
Y sobre todo se consigue con las maestras que se esfuerzan en conseguirlo, con los profesores que se dedican a intentarlo. Todos esos que, según Wert sobran. Todos esos que según Catalá son "redundantes". Todos esos que según Figar "no son necesarios".
Así que los garantes de la educación pública para el servilismo tienen que ocultar ese dato, ese triunfo de la educación española para no poner en peligro la visión determinista que quieren imponer en nuestra sociedad. Para no poner en peligro la justificación de su contrarreforma educativa.
Menos mal que hay gente como SoyPublica - de cuyo blog está extraído el gráfico y algunas citas- que se preocupa porque la mentira basada en la parte cruel de la verdad no prospere, que la traición a sociedad que supone cambiar mejores notas en matemáticas por la exclusión social en la educación no progrese.
Menos mal que nosotros sí hemos estudiado historia, filosofía y humanidades y sabemos lo que quiso decir Heráclito.

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