A lo largo de la madrugada, el día y la noche de esta jornada en la que hacemos lo único que podemos hacer antes de empezar hacer lo que no queremos hacer para cambiar las cosas, se producirá la típica danza de cifras, el arriesgado minué que ejecutarán los convocantes y el Gobierno sobre los que participan y no participan, sobre la electrícidad que se consume y la que no, sobre los que acuden a las manifestaciones y los que conforman la mayoría silenciosa que no lo hace.
Portavoces de unos y otros realizarán complicados arabescos matemáticos para sumar cifras a sus guarismos, resultados a su columna de haberes y restarlas de las de sus antagonistas informativos, ideológicos y sociales.
Pero ese baile, esa complicada danza no tendrá ningún sentido. Será entretenida pero carecerá por complento de relevancia porque habrá números que a lo largo de esta jornada no cambiarán en absoluto.
5.800.000 parados en España.
25,1% de españoles en edad laboral sin trabajo.
50% de los menores de 25 años sin empleo.
1.000.000 de hogares en los que no trabaja ninguno de sus miembros.
1,6 puntos de aumento en el IPC solamente en un semestre.
11,8% menos de producción industrial en un año.
12,3% de descenso en la venta minorista en un año.
6 puntos de descenso en los ingresos fiscales hasta situarse en el 31,3% del PIB.
15% de caída del Producto Interior Bruto en 2012.
17% de caída del Producto Interior Bruto prevista para 2013.
21.000 empresas cerradas en el primer semestre de 2012.
350.000 familias desahuciadas por ejecuciones hipotecarias.
8.510.000 personas bajo el umbral de la pobreza.
2.000.000 de familias viviendo de la caridad o la ayuda social.
81.000 millones de euros en impuestos evadidos.
220.000 millones de euros en capitales sacados de España.
6.000 millones de euros en recortes en Sanidad.
5.000 millones de euros en recortes en Educación.
500.000 alumnos sin becas de comedor.
23% de los jóvenes entre 16 y 25 años ni estudian ni trabajan.
610.000 alumnos sin beca de libros.
Nueve personas se suicidan cada día en España, la mitad de ellas por simple desespero económico.
Y por más vueltas que le den, por más giros y arabescos que realizen en su danza de cifras, estás permanerán ahí.
Estos son los auténticos números de la Huelga General.
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