sábado, junio 02, 2012

La custodia compartida tira a la divorciada del caballo

Hay situaciones que cuando cambian nos ayudan a comprender. Nos permiten darnos cuenta de que la justicia no es algo que pueda volverse cuando nos conviene, de que es algo que es independiente de nuestras necesidades, de nuestras preferencias. Hay situaciones que nos permiten aprender que lo justo es justo, aunque nos perjudique, aunque nos venga mal.
Y en esas se encuentran ahora muchas de las mujeres que se acogieron a una situación que sabían injusta, que en lo más profundo de sus reflexiones sabían desequilibrada pero a la que se agarraron con uñas y dientes por el simple hecho de que les venía bien, de que servía a sus fines y de que les permitía conseguir sus objetivos.
Un juez decreta en Zaragoza una custodia compartida de un menor en un caso de divorcio y ¿qué hace la madre? Se niega a aceptar la sentencia. Así sin más. 
Acostumbradas como están algunas mujeres a que este ámbito su palabra es ley y su deseo se transforma automáticamente en reglamento de obligado cumplimiento decide que ella no tiene por qué privarse de la convivencia con su hija durante seis meses al año para que la niña comparta su vida con su padre y se niega a entregarla.
¿Y qué ocurre? Pues básicamente nada. Si un padre decide que él no tiene bastante con dos días de cada quince para convivir con sus hijos y decide quedárselos en contra de una sentencia judicial se pone en marcha todo un mecanismo policial y punitivo, se le acusa de secuestro, se le detiene incluso antes de comprobar los cargos o las acusaciones.
Pero una mujer aragonesa decide que contraviene una sentencia judicial que el obliga a permitir que su hija conviva con su padre, la mantiene once días retenida en contra de la ley y no hay tribunal que emita orden de arresto, no hay agentes gubernativos que la saquen de su casa en mitad de la noche para arrojarla a una celda y llevar a su hija con su padre.
No pasa nada.
El desequilibrio del sistema es evidente pero claro, a ningún juez le gusta que se pasen sus sentencias por el arco del triunfo, por muy mujer y madre que seas. Así que al final la mujer transige y entrega a la niña con once días de retraso.
La niña tiene once años y solamente ha vivido con su madre y claro, su madre dice que ella se niega a vivir con su padre. Y hasta puede que tenga razón.
Pero lo que resulta realmente sorprendente es la cascada de declaraciones que ha vertido esta mujer cuando se ha opuesto a una sentencia judicial.
Según ella “su manifestación era una queja ante la ley y en ningún momento ha querido "desobedecer ninguna resolución o autoridad judicial"
¡Ah bueno!, es que no nos habíamos dado cuenta de eso. Si se incumple una sentencia judicial solamente para protestar entonces no se incurre en delito de retención ilegal, de incumplimiento de resolución judicial, de secuestro. ¡Haber empezado por ahí!. Los hombres se encadenan delante los juzgados, hacen huelgas de hambre, se manifiestan o hacen juegos malabares para protestar por las sentencias injustas con respecto a las custodias de sus hijos, pero si los retienen o se los llevan sin permiso son detenidos y juzgados por secuestro y otro buen puñado de delitos.
Pero a ella. Ella es mujer y madre. Ella puede elegir  como forma de protesta cometer un delito. Hasta ese punto ha llegado la arrogancia de las que creen que la ley las tiene que proteger en cualquier circunstancia.
Y la cosa sigue
La susodicha afirma que está en contra de la Ley Aragonesa de Custodia Compartida porque "se hizo sin consultar a los operadores jurídicos necesarios como son jueces, funcionarios y abogados de familia, procuradores o psicólogos especialistas en derecho de familia". 
Ahora, que la ley la perjudica empieza a cuestionarse cómo se elaboran las leyes. No lo hizo cuando el sistema de custodias anterior -que la beneficiaba a ella y aun 96 por ciento de las mujeres- también se elaboró de idéntica manera.
¿entonces no importaba que los jueces estuvieran en contra, que los fiscales lo consideraran injustos, que los psicólogos alertaran sobre los riesgos de desarraigo parental?, ¿entonces no importó nada de eso?
Pero ahora sí. Ahora la ley tiene que hacerse consultando con los jueces -que por cierto no se muestran en contra-, con los fiscales -que tampoco- y con los psicólogos -que me temo que querrá decir psicólogas, todos sabemos afectas a que emporio ideológicos-.
Si esta mujer y otras muchas hubieran antepuesto la justicia y la lógica a sus propios deseos personales y sus necesidades de vindicación contra sus ex parejas es muy posible que ahora su hija no se opusiera a convivir con su padre porque no sería un extraño para ella. Porque llevaría desde los cinco meses compartiendo amplios periodos de tiempo con él y para ella el trauma sería que la alejaran de uno u otro de sus progenitores. Como es lógico y normal.
Pero ahora, que la ley se ha rehecho y ella no sale beneficiada se atreve a decir que dedicará “todos sus esfuerzos a la concienciación de la sociedad española tendente a la derogación de la Ley con el fin de que elaboren un nuevo texto quienes realmente viven la problemática del derecho de familia y conocen las soluciones más adecuadas para cada caso concreto”.
¡Vaya por dios! Resulta que cuando un hombre hace eso, cuando las asociaciones de divorciados, de abuelos separados de sus nietos o cualquier otra entidad hace lo mismo con la lay de violencia de género, con el Síndrome de Alienación Parental o con la custodia individual se les acusa de machistas, de ir en contra de los derechos de la mujer y de defensores de maltratadores y de no sé cuántas cosas más, pero una mujer sí puede pedir lo que llevan demandando todos esos colectivos durante una década o más.
¿Quienes viven para ella la problemática del derecho de familia? ¿las abogadas de las asociaciones feministas?, ¿las juristas de Themis y asociaciones por el estilo?, ¿las psicólogas de asociación feminista que consideran que el hombre es un perjuicio per se para sus hijos?
Porque supongo que los abuelos apartados de sus nietos no viven esa problemática, que los padres apartados de sus hijos no viven esa problemática, que los hijos que sienten a sus padres como extraños no viven esa problemática.
Supongo que los juristas que está hartos de tener que condenar a una multa a un hombre porque el odio y el deseo de venganza de una mujer le lleva a demandarle por devolver dos horas tarde a su hijo en el día de su cumpleaños no tienen nada que decir Supongo que los policías nacionales que ya sienten vergüenza de presentarse en la casa de un padre porque una mujer ha presentado la enésima denuncia por secuestro porque, día tras día, sus hijos prefieren ir a estudiar después del colegio a casa de su padre -que vive a dos manzanas- que a la suya por mucho que ella tenga la custodia judicial tampoco tienen que ser consultados para esto.
Supongo que solamente tendrán que ser consultados aquellos -o me temo que aquellas- que la den la razón.
Y el final de esta escalada de repentina conciencia de la justicia que aqueja a alguien que ha estado beneficiando de la injusticia durante once años es su declaración final.
“La imposición de un tipo de custodia, solo puede traer errores monumentales porque cada caso concreto requiere una solución y el juez debe tener las herramientas variadas para aplicar en cada caso concreto”.  
En eso tengo quedarle la razón ¡Ha visto la luz!
Cual Saulo caído del caballo está mujer ha comprendido que no se puede imponer un sistema de custodia. No se puede hacer lo que se estaba haciendo. Dar la custodia a la mujer por el artículo 14 -bueno, en realidad por el 42-.
Porque el 96 por ciento de los hombres de este país no pueden ser malos padres. Porque el 96 por ciento de los abuelos paternos no pasan de sus nietos, porque el 96 por ciento de los hijos no quieren ver como se alejan de sus de sus vidas unos padres a los que querían un día antes de que se divorciaran de sus madres.
Pero al igual que el cazador de hombres convertido en apóstol, esta mujer tiende a ignorar el hecho de que ella estaba en las filas de aquellas que llevan tres décadas imponiendo un sistema de custodia injusto simplemente porque les viene bien en lo ideológico y en lo económico. Puede que su dios pasara por alto esa pequeña incoherencia de Saulo pero la sociedad española ya no puede permitirse ese lujo.
La ley aragonesa de custodia compartida -como el resto de las leyes de custodia compartida- no impone esa modalidad de custodia. Simplemente la aplica en caso de que no haya acuerdo entre los que se divorcian.
Y eso es algo que nuestra amiga maña olvida. Si ella no es capaz de llegar a un acuerdo de custodia con su ex marido, prevalece el derecho del menor a seguir en contacto con sus dos progenitores por encima del suyo a considerar como una propiedad a su hija.
¿De verdad no puede ver la diferencia?
Si hace once años se hubiera valorado de forma individual su caso y se hubiera tenido en cuenta que su ex marido pidió en varias ocasiones ampliar el régimen de visitas, que se mostraba dispuesto a un sistema de custodia compartida -que entonces no se contemplaba- y que ha participado en la medida en la que  le ha sido posible en la vida de su hija es más que probable que ella nunca hubiera conseguido la custodia en exclusiva de la menor.
¿De verdad no puede captar esa realidad?
En fin que, como viene ocurriendo con el emporio ideológico del feminismo anti masculino en los últimos tiempos, ahora que ya no tienen la cobertura legal garantizada tiran de amenazas y concluye con tan plausible afirmación “me reservo el ejercicio de las acciones judiciales si su hija sufre cualquier tipo de daño o perjuicio en la nueva situación”. 
Ya estamos presuponiendo el maltrato -su principal arma arrojadiza-, ya estamos insinuando que los hombres perversos solamente quieren estar cerca de sus hijos para maltratarlos y abusar de ellos.
Todo sea que al final termine denunciando a su ex marido por el Síndrome de Alienación parental que, claro, en su caso sí existiría.
Podrían haber aprovechado el cambio legal para ver el ejemplo de los errores que ellas habían cometido antes. Pero me temo que, como otras muchas veces, están perdiendo la oportunidad para ello.

2 comentarios:

Tu economista de cabecera dijo...

http://fonoteca.esradio.fm/2012-06-02/el-reportaje-violencia-domestica-y-denuncias-falsas-44869.html

devilwritter dijo...

Lo conozco. Es duro y real.

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