martes, mayo 08, 2012

Banco, banca, Bankia, bancada, la falsa aliteración.

Hay ocasiones en las que lo único que puede sorprenderte es que ya nada te sorprende.
Trece mil becas, el copago farmacéutico de cuatro millones largos de madrileños, los puestos de trabajo de 5.000 empleados y funcionarios públicos, las plazas de 3.000 profesores interinos, los costes de servicios sociales  ofrecidos por 230 ONG en la Comunidad de Madrid, 45 programas de investigación médica y científica, los billetes de 2,6 millones de viajeros de metro, reducciones en los emolumentos de 60.000 trabajadores de la sanidad pública.
En estas situaciones te das cuenta de que la situación en la que vives ha llegado a un punto en el que los que podrían plantearse un retorno a la cordura no lo harán y aquellos que deberían hacer las cosas de otro modo han renunciado a la necesidad de cuestionarse a sí mismos.
Y eso pasa con la enésima y última -no sé si ya le quedan más- promesa incumplida por el gobierno de Rajoy a la sociedad que le puso en el gobierno para mejorar las cosas porque dijo que las iba a mejorar de una manera determinada.
En este caso se trata del dinero -eso no es nuevo- que está dispuesto a dar a los bancos y que ya ha anunciado que dará a Bankia para salvarla de la situación en la que ella misma se ha metido como entidad financiera.
Él, Don Mariano, se entiende, no iba a dar dinero a los bancos. Él no iba a hacer lo mismo que había hecho el gobierno socialista, él era diferente.
Después de decirlo y defenderlo por activa y por pasiva y no precisamente en un mitin en Las Pedroñeras -con todo mi respeto a la capital mundial del ajo- sin en el mismísimo debate televisivo frente al candidato Rubalcaba, el ínclito Mariano coge y tira de fondo público para insuflar entre 7.000 y 10.000 millones de euros a Bankia.
Y el digodiegismo de Rajoy, el arte de incumplir en menos de un año todo lo que dijo que haría y que no haría. se transforma en un elemento con el que ya es imposible no contar. A partir de ahora lo inteligente para el analista, lo mesurado para la oposición y lo conveniente para el elector sería considerar que cualquier cosa que diga Rajoy o su gobierno significa exactamente lo contrario.
Pero ¿por qué hay que salvar a Bankia?
Mientras Rodrigo Rato hace mutis por el foro en el último acto de una carrera de montaña rusa permanente que le llevó de dirigir la economía patria a intentar poner orden en la mundial y a ser incapaz de ponerlo en una entidad bancaria de medio pelo, la pregunta sobre el porqué de los motivos del rescate de Bankia se hace una obligación imposible de eludir.
Bankia tiene un agujero de 30.000 millones de euros, déjenme que lo repita, 30.000 millones de euros. Y claro Mariano cala porque no le puede echar la culpa al gobierno anterior ni a la mala gestión que de la entidad han hecho los gobiernos autonómicos, usándola con fines partidistas.
Bueno de eso si puede hablar, pero no conviene demasiado cuando esos gobiernos autonómicos han sido dirigidos con cerebro de hierro forjado y traje de Chanel mal planchado por la sempiterna Esperanza Aguirre.
Bankia tiene 30.000 millones en activos inmobiliarios y eso la arroja al pozo ¿por qué?, porque se niega a sacarlos a la venta para no perder dinero con respecto a las hipotecas que concedió por ellas y que el paro y la crisis le han impedido cobrar. Es tan simple como ello.
Cualquiera de los que caminamos por las calles tenemos que asumir nuestras pérdidas con la crisis, tenemos que asumir que hemos perdido poder adquisitivo, que nos han recortado el sueldo y no podemos pedir ayuda al gobierno para eso.
Pero Bankia no, el sistema financiero no.
A Bankia hay que conseguirle 10.000 millones para que no tenga que vender a bajo precia las viviendas que ahora la lastran porque dio hipotecas que en muchos casos no debía dar, porque hizo una gestión nefasta de sus negocios.
Menos mal que las profetisas del ajuste y el recorte a cualquier precio anuncian a bombo y platillo que la época del maná ha acabado.
Los hay que dicen que hay que salvar Bankia porque mucha gente trabaja en ella. Sería cierto si no se le hubiera consentido despedir ya a tanto personal que supone una cuarta parte de los que trabajan en el sector de la banca en España.
Y luego están por último los que dicen que hay que mantenerla a flote porque hay que reactivar el sistema de crédito en este país nuestro donde los bancos ahora no se fían de nadie para prestar dinero.
Pero esa es la mayor falacia circular que se ha construido desde los tiempos de Parménides de Helea.
No se puede mantener un sistema en el que el gobierno -o el Estado por obra y gracia del gobierno- toma el dinero de los ciudadanos y se lo da a las entidades bancarias para que estas entidades bancarias puedan prestárselo a esos mismos ciudadanos con intereses y los ciudadanos culminen la operación pagando por el mismo dinero que han dado sin que nadie les pague intereses por ellos.
Si de verdad quisieran reactivar el crédito sencillamente sacarían de la tumba la mítica Caja Postal -Argentaria, ¿se acuerdan?- y a otra cosa.
Como Islandia, como Noruega, incluso como Holanda. Un banco público que concediera créditos con todo ese dinero que ahora se está inyectando en los bancos. Un banco en el que todo estuviera monitorizado, en el que no pudieran darse excesos de honorarios, de bonos, de indemnizaciones millonarias por dejar el chiringuito como un solar.
Una entidad en el que los intereses de los 400.000 accionistas de Bankia no ejercieran presión sobre las cuentas y las necesidades del banco, una entidad que no se pudiera manejar a voluntad por los políticos de uno y otro signo -en este caso solamente de uno- para conseguir sponsorizaciones para sus eventos religiosos, financiaciones indirectas para sus campañas y sostén económico para sus obras faraónicas inconclusas.
No se salvaría Bankia.
Mientras nos ajustas, nos recortan, nos intimidan cada miércoles con el anuncio de que el siguiente viernes será peor y nos dicen que no hay dinero para nada ni para nadie, se le regalan 10.000 millones a Bankia -y no será la única me temo- simplemente porque no han sabido gestionar su negocio.
¿Y quién lo va a pagar?
Trece mil becas, el copago farmacéutico de cuatro millones largos de madrileños, los puestos de trabajo de 5.000 empleados y funcionarios públicos, las plazas de 3.000 profesores interinos, los costes de servicios sociales  ofrecidos por 230 ONGS en la Comunidad de Madrid, 45 programas de investigación médica y científica, los billetes de 2,6 millones de viajeros de metro, reducciones en los emolumentos de 60.000 trabajadores de la sanidad pública… Aquí estamos de nuevo. Eso es lo que va a pagar la gestión absurda e irresponsable de Bankia
Y lo mismo aún ni llegamos con eso.
Así que todo nuestro esfuerzo voluntario o impuesto no habrá servido para crear el empleo que necesitamos -eso ya lo sabíamos-, todo ese sacrificio arrancado de nuestros pírricos sueldos y nuestras exiguas cuentas corrientes a través de cortes salariales y aumentos impositivos ni siquiera habrá valido para alcanzar ese arcano y prácticamente mágico objetivo del tres por ciento de déficit que según parece va a abrirnos las puertas del paraíso.
Tendremos menos servicios y peores, seremos más pobres, más miserables, mas siervos y seguiremos teniendo el mismo paro o más y el mismo déficit.
Pero Bankia tendrá 10.000 millones de euros logrados con nuestra sudor y nuestra sangre para volver a tirarlos si así les place a los que ahora la dirigen en lugar de Rodrigo Rato.
Hacer perder tanto a tantos para que ganen tan pocos no es algo que se puede vender tan fácilmente. Quizás por eso ni lo intentan.
Es dificil explicar que más de cinco millones de los nuestros seguirán en los bancos de los parques los lunes al sol, mientras la bancada popular aclama medidas que solamente permitirán que la banca salve Bankia. Un retruecano perverso. Una aliteración imposible.
Claro que siempre podemos seguir emitiendo deuda soberana a unos intereses astronómicos -al fin y al cabo esa deuda no se refleja en el déficit, que nadie me pregunte por qué motivo-  para cubrir los 10.000 millones y permitir que las entidades financieras sigan estrangulando nuestro futuro al adquirirla. Las mismas que luego reclaman nuestro dinero y nuestro esfuerzo para rescatarlas cuando el horizonte pinta bastos.
A lo mejor hasta Bankia nos compra deuda soberana con el dinero que le hemos dado. Sería el rocambole final más elocuente y trágico para esta historia.
No, no se me ha colado un párrafo sobre el listado de recortes en la Comunidad de Madrid proveniente de otro post. Esto está aquí porque tiene que estar. Sigamos.

2 comentarios:

Tu economista de cabecera dijo...

Totalmente de acuerdo en casi todo. Sin embargo hay cosas importantes en que no:

- Los 10K millones son un préstamo, no a fondo perdido. Y al 8% nada menos.

- Los 10K M son (según informan) en convertibles, así que el Estado pasaría en su día a ser accionista de Bankia y podría venderlos en su dia, recuperando pasta, cuando hay pasado la crisis.

- Lamentablemente, lo peor no es que le den dinero público, sino que se lo den para que siga pudiendo empujar la pelota para adelante como dice Aleix Saló: http://www.youtube.com/watch?v=TfRSfF296js
Y que esto hace que les ayude a impedir que los pisos bajen lo que tienen que bajar, es decir, usa el dinero de la gente para perjudicar a la gente ayudando al especulador de la vivienda a mantener los pisos caros.

Esto último ya lo insinuaste pero me parece que hay que hacer hincapié.

UN saludete.

devilwritter dijo...

Tienes toda la razón en matizar que no son a fondo perdido.
Pero si no tienes dinero para gastar en lo esencial o para cuadran tus propias cuentas no tiene mucho sentido que inviertas (aunque sea a un interés casi de usura) en una entidad que ya está por los suelos.
Es como estar rebuscando en todos los bolsillos de la ropa cuando estás a día 20 y no te llega para acabar el mes y, cuando reunes cuatro perras, correr a una casa de apustas a apostar 15 a 1 a que el Barça gana esta liga mientras ves por la tele la celebración del Madrid en La Cibeles
Y si encima es para mantener con artificios los precios de un sector que ya nos ha llevado una vez al desastre por permitir la especulación y el descontrol, mucho peor.

De nuevo todas tus matizaciones son muy acertadas.
Un abrazo.

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