domingo, julio 31, 2011

El diálogo del ex alumno -segunda entrega- (o, ¿quién vigila al vigilante?)

- Pues sí, algunas ideas son buenas, otras menos buenas.
- A proposito, ¿son las del famoso movimiento 15 M?, ¿dónde estan?, ¿dónde se pueden discutir?
- La Madre Begoña, Blanca y hasta el ínclito Redondo te perdonarán por tus omisiones ortográficas. Pero a lo que vamos.
Las propuestas son en parte del 15M y en parte de otras muchas gentes que se han sentado a darle una vuelta al sistema -entre ellas yo, me temo- Se pueden discutir en varios foros y skups. Si quieres te paso los enlaces. 

- OK. el capitalismo esta caduco, pero sigo insistiendo en que la iniciativa privada no tiene por que moverse sólo por los beneficios económicos, podemos movernos por intereses mas altos y loables, eso son los valores a los que me refiero.
- Claro que los seres humanos nos podemos mover por otros intereses que no sean la generación de dinero a espuertas, pero no dentro de este sistema neo liberal. Por eso te digo que hay que definir un cómo esa iniciativa privada puede moverse por otros intereses.
Nadie -o al menos yo-  tiene en nada en contra de la gestión privada controlada y vigilada que persiga unos objetivos que haya fijado la sociedad, no el mercado.
Mi cómo es el mismo cómo que no funciona ahora, en realidad. El mismo cómo que siempre, pero funcionando adecuadamente.
¿Acaso crees que trabajas ocho horas al día y cuarenta a la semana porque la iniciativa privada vió que eso era bueno?, ¿acaso descansas los fines de semana y tienes vacaciones pagadas porque la iniciativa privada vio que era positivo?, ¿acaso eres libre de moverte por todo el territorio de tu país, no estás vinculado de por vida al condado en el que naciste y eres libre de cambiar, de abrir un negocio porque la iniciativa privada abogó por ello? -por lo de abrir negocios si lo hizo, ¿por qué será?-.
No. lo eres porque los Estados impusieron y mantienen esas normas, lo eres porque las sociedades obligaron a los empresarios de entonces -o sea, los antiguos patronos- a aplicar unos criterios basados en valores distintos a la consecución de beneficios.
Y lo siguen haciendo. Desde algo tan denostado como La Seguridad Social a otras muchas cosas. Son los Estados los que impiden a la inciativa privada -cuando lo hacen- que se lucre del trabajo de niños en el sudeste asiático, que comercie con piedras preciosas de sangre y esclavitud, que pague en comida y alojamiento en Sudamérica, recuperando los conceptos del trabajo esclavo. Todo eso lo hacen los Estados -cuando lo hacen-, pero desde luego nunca lo hace la iniciativa privada por sí sola.
Para ser más exactos, lo hicieron y lo hacen las sociedades a través de los Estados. Pero nosotros, en nuestro vicio individualista occidental, hemos empezado a considerar el Estado como algo que no tiene nada que ver con nosotros. Nos hemos vuelto absolutistas -en el sentido histórico de la palabra- y pensamos que el Estado es el Gobierno, que el Estado es el poder.
Hemos olvidado que el Estado es el poder pero el poder somos nosotros, Así que, por definición, el Estado somos nosotros.
Y solamente una sociedad fuerte, responsabilizada, participativa y capaz estará en condiciones de ser ese Estado, esa sociedad que encauce los fines de la iniciativa y la gestión privada hacia el bien colectivo, no solamente el individual.
Pero eso nos exige dejar de pensar exclusivamente en nuestrros derechos como ciudadanos y comenzar a ejercer nuestros deberes como tales. Empezar a preocuparnos de la res pública, empezar a ejercer ese poder que ahora nos limitamos a regalar al que con mayor acierto nos regala -y valga la redundancia- los oídos.
A veces,cuando te leo, me parece que tienes una visión un tanto idílica de la iniciativa privada mucho más cercana al pequeño empresario que a lo que realmente mueve el mundo que son la quintaesencia de la iniciativa privada, las corporaciones transnacionales.
Y también una visión algo pérfida del Estado que más tiene que ver con El Rey Sol, Hitler y Stalin que con el Estado occidental moderno actual, por muy socialista que se llame su gobierno.
- Desconfio de movimientos que prefieren tener un poder fuerte que controla y decide que es bueno y que es malo, me da que de hay a un sistema autoritario hay muy poco.
- No es comunismo, no es stalinismo, no es estatalismo. No es ese Estado alienigena y alienante que nos vendieron los neocon en su lucha contra el comunismo dictatorial -que era una lucha económica, no tenía nada de ideológica, por cierto-.
Es una necesidad de llevar nuestra responsabilidad más allá de un sufragio, más allá de un "que lo arreglen los políticos", más allá de un exigir solamente derechos sin asumir responsabilidades. Ese es el Estado que vigilaría los parámetros en los que tenía que moverse la iniciativa privada gestionando la creación -que no la distribución- de riqueza.
Pero eso nos exige mucho, Eso nos exige prepararnos, capacitarnos, preocuparnos. Nos exige estar atentos, delegar el poder pero no cederlo ciegamente, participar para que nadie pueda decir en nuestro nombre algo que no queremos que diga. En definitiva, eso nos exige ser ciudadanos.
Y nos lo exige a nosotros, no a los políticos, ni a los banqueros, ni a la iniciativa privada. Nos exige a nosotros porque nosotros seremos ese poder fuerte que marque su destino.
Claro que es autoritario. El autoritarismo de toda una sociedad decidiendo lo que considera positivo y negativo para ella, lo que considera permisible e inaceptable para ellos. Toda una sociedad ejerciendo el poder de controlar a sus gestores y exigirles cuentas, resultados y responsabilidades. Claro que es autoritario, tan autoritario como la democracia.

- El problema es "quién" reparte, "quién" exige responsabilidades, "quién" cataloga, "quién" decide qué educación es buena.
- Ese no es el problema, querido Pedro. El problema es que seguimos pensando que tiene que haber un "quién" para eludir la responsabilidad de ser nosotros.
¿Quién vigila al vigilante? ¡Los vigilados! La respuesta era tan obvia que se ha negado durante siglos.
Somos nosotros los que tenemos que repartir, forzando unas leyes que no se puedan saltar en ese sentido. Somos nosotros los que tenemos que convertirnos en comedores de foca islandeses y llevar a nuestros políticos a juicio y a nuestros bancos a la quiebra si se lo merecen.
En las revoluciones románticas eso era una utopía, era una entelequia. Pero también lo era que un mensaje llegara de forma instantánea de una parte a otra del mundo, ¿no?
Somos nosotros los que tenemos como sociedad que decidir qué educación queremos. Pero eso es demasiado pedir, según parece, porque nos supone el esfuerzo al que nos negamos por sistema. Nos supone pensar en contra nuestra.
Supone que no tenemos que preocuparnos de enseñar nuestras ideas, que no tenemos que preocuparnos de reproducir en las mentes de aquellos que nos sucederán aquello que pensamos.
Tenemos que enseñarles a pensar por su cuenta. Incluso en contra nuestra. Ese es el valor educativo más allá de ideologías y creencias que estamos obligados a defender si queremos realmente una sociedad abierta.
No se trata de trasmitir nuestros valores -por muy buenos que nos parezcan-, no se trata de trasmitir nuestras ideologías -por muy sólidas que se nos antojen-. Se trata de activar los cerebros y dejar que formen sus propios valores y sus propias ideologías.
¿Quién tiene que hacer eso? Nosotros, por supuesto.

- ¿Serás tu Gerardo?, ¿de verdad quieres ser la mano izquierda de dios?, ¿confiarás en quien quiera serlo?
- Yo quiero que el dios en quien no creo tenga miles de manos izquierdas, millones de dedos izquierdos. Yo quiero que todos seamos la mano izquierda de dios. No porque tengamos el derecho a serlo, sino porque tenemos la responsabilidad de no dejar de serlo.  De no permitir que nadie lo sea en nuestro nombre sin nuestra autorización.

- Yo no.
- Si todo funcionara como debería funcionar, tú también lo serías. Sería tú responsabilidad.
Pero no creo que se trate solamente de eso. Se trata de un cambio de actitud. Se trata de pensar por libre. Ya somos pocos los que pensamos el qué, pero hay muchos menos que piensan el cómo. Eso es el cambio, eso es la evolución.

4 comentarios:

pfp dijo...

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Nadie -o al menos yo-  tiene en nada de la gestión privada controlada y vigilada que persiga unos objetivos que haya fijado la sociedad, no el mercado.
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no, si al final vas a ser neo liberal, por que el neo liberalismo a diferencia del liberalismo (este si decimononico) no tiene nada contra un estado que ponga limites.

pfp dijo...

la denostada seguridad social

de la wikipedia:
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La Seguridad Social nace en Alemania, en la época del Canciller Otto von Bismarck, con la Ley del Seguro de Enfermedad, en 1883.
La expresión "Seguridad Social" se populariza a partir de su uso por primera vez en una ley en Estados Unidos, concretamente en la "Social Security Act" de 1935. Y, posteriormente, el concepto es ampliado por Sir William Beveridge en el llamado "Informe Beveridge" (el llamado "Social Insurance and Allied Services Report") de 1942 con las prestaciones de salud y la constitución del National Health Service (Servicio Nacional de Salud, en español) británico en 1948.

el tal sir william era del partido liberal ingles

VIVA el liberalismo y larga vida a la seguridad social ;)))

pfp dijo...

dices:

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- Yo quiero que el dios en quien no creo tenga miles de manos izquierdas, millones de dedos izquierdos. Yo quiero que todos seamos la mano izquierda de dios. No porque tengamos el derecho a serlo, sino porque tenemos la responsabilidad de no dejar de serlo.  De no permitir que nadie lo sea en nuestro nombre sin nuestra autorización.

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podemos la otra mitad ser las miles de manos derchas y millone de dedos derechos.

creoque aquihay mucho de eemocraciadirecta y esta bien laidea , solo comentar que en mi opinion las ideas neoliberales estan mascerca de la democracia directa que las socialistas , pero bueno si lo que importa es el final delviaje ... que importa de donde partamos?

pfp dijo...

dices :
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A veces,cuando te leo, me parece que tienes una visión un tanto idílica de la iniciativa privada mucho más cercana al pequeño empresario que a lo que realmente mueve el mundo que son la quintaesencia de la iniciativa privada, las corporaciones transnacionales.
Y también una visión algo pérfida del Estado que más tiene que ver con El Rey Sol, Hitler y Stalin que con el Estado occidental moderno actual, por muy socialista que se llame su gobierno.
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Ahi te equivocas , trabajo en una gran corporacion transnacional y en algun momento de mi carrera he tenido que lidiar con la globalizacion, asqueado por que solo se tiene en cuenta la reduccion de costes y al final se acaba hablando de la gente como si fueran cabezas de ganado y del coste por cabeza en depende que pais.

se lo duro que es y mi primera propuesta seria cerrar todas las jodidas escuelas de negocio y prohibir lo actuales MBAs.

pero confio en la gente , confio en que los mismos que aplican esas extrategias estan asqueados y listos para actuar de otra manera.

en tu parrafo hay algo que no entiendo:

si consideras al pequeño empresario la quinta esencia de la iniciativa privada y parece que simpatizas con ellos ,entonces por que desconfias de la iniciativa privada.

o es que una vez mas te tengo que pedir que vengas al lado oscuro del neoliberalismo?

:))))

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