viernes, diciembre 24, 2010

Quizás aún siga vivo.

Quizás no os hayáis olvidado aún a vosotros mismos
quizás no os hayáis quedado sin moveros, tranquilos,
practicando entre voces y acordes, entre risas y gritos,
el arte de morir cada día fingiendo que estáis vivos.
Quizás aún sois humanos. Quizás yo siga vivo.

Quizás aún no os hayáis armado, no os hayáis acallado.
Aún no hayáis decorado el rostro con el frío,
aún no hayáis despreciado lo nuestro por lo mío.
Quizás aún no os habéis cansado, quizá os habéis agotado
de desplazar por siempre la vista del mundo hacia el ombligo.
Quizás aún sois humanos. Quizás yo siga vivo.

Quizás aún no os habéis calmado, no os habéis enredado.
Quizás  aún no os habéis recubierto de vuestro propio olvido 
de la mirra asesina que nos llena de luces el vacío,
del incienso podrido del orgullo mil veces enconado,
del oro de los necios que ilumina las sombras el hastío
Quizás aún sois humanos. Quizás yo sigo vivo.

Quizás aún no os habéis herido, no os habéis enrocado.
Quizás aún no habéis hecho de vuestro alma un remedo
impropio, inoportuno, silencioso, en esencia acabado.
Quizás aún no habéis elegido  la piel como destino,
como escudo infinito. Quizás aún no os ha importado un bledo.
Quizás aún no os lo habéis negado, perdido y decidido.
Quizás aún no habéis empedrado el corazón de miedo
Quizás aún sois humanos. Quizás yo siga vivo.

Quizás aún no habéis renunciado, aún no os habéis rendido.
Quizás no habéis corrido entre luces brillantes y ruido ensordecido
eligiendo presentes que os simulan la vida, que os esconden el alma,
que os hacen receptores de aquello que no fue concebido.
Quizás aún no habéis aceptado los regalos que ya han sido elegidos.
Perfumes que os muestran atracciones, vestidos que os callan las alarmas
Quizás aún sois humanos. Quizás yo sigo vivo.

Quizás ya os habéis encerrado en el sordo silencio de un tranquilo latido,
ya os habéis rescatado las almas de pírricos quehaceres,
ya habéis reconocido que la elección es dar y no exige permiso
y no aferra alegrías, y no firma sonrisas y no augura placeres.
Quizás ya recodáis que vivir es vivir.
No reír, no llorar. No gozar, no sufrir.
Quizás ya recordáis que vivir es vivir. No fingir que has vivido
Mas me temo que no, pues yo no sigo vivo.

Quizás hoy celebréis que nací si es que acaso lo hice.
Y quizás vuestra triste memoria os recuerde mi muerte.
Quizás hoy, recodéis que yo, loco, ido o incluso iluminado,
no morí por vosotros, por algo que ya me hubierais dado.
Mi elección fue mostrar un camino,
aunque no fuera dios, aunque no fuera cristo,
incluso aunque fuera un pobre enajenado.
Mi elección fue deciros a gritos que os habíais perdido.
Deje que me mataran para deciros hoy que estáis equivocados.
Que puede hacerse eso. Que se tiene que dar sin haber recibido.
Quizás ya lo entendáis y esto sea tan sólo un legado baldío.
Y mañana, aunque sólo sea mañana, yo pueda seguir vivo.
Aunque no sea Dios, aunque no haya vivido.




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